"En mi sueño, bailo sola. Es en un baile. Usando un hermoso vestido, bailo como siguiendo el ritmo de un vals. Entonces, un hombre llega a tiempo. Me extiende su mano, yo respondo con una gran sonrisa y pongo mi mano sobre la suya. Pero el sueño termina ahí, y no soy capaz de recordar la cara o la voz del hombre. He tenido este sueño tantas veces antes. ¡Ese hombre debe ser padre! El que me creó, ¡mi propio padre! Pero padre no me sonríe. Es porque no soy Alice. Hay solo una a quien padre le sonreirá… solo a Alice. Ser otra cosa que no sea ella es ser algo sin valor. Sí, es lo mismo que ser una basura buena para nada. ¡Por favor, espérame, padre! ¡Pronto todas las Rozas Mysticas serán mías! Cuando eso suceda, ¡me convertiré en Alice! Y al fin seré capaz de conocer a padre. Por esa razón, ¡haría cualquier cosa! No me importa, aún si pierdo todo lo demás. Porque, ¡para eso fui creada! Shinku y las otras, que se han olvidado del Alice Game y pasan su tiempo jugando, no tienen ningún derecho a convertirse en Alice. Pronto convertiré a esas chiquillas en basura. Morirán en la oscuridad con su fealdad expuesta para que todos la puedan ver. Jejejeje. ¡Mira, padre! ¡Por favor, mírame bien! Soy más sabia que Shinku, más linda que Hinaichigo, más inteligente que Souseiseki, más noble que Suiseiseki… ¡Yo, más que nadie, me merezco ser la muñeca que se convertirá en Alice! Entonces, padre, ¡apresurate y toma mi mano! ¿Bailarás conmigo hoy, en el baile que se lleva a cabo solo para nosotros dos?" - Suigintou
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